ELS PESCADORS I LES PESCADORES D'ESTRELLES: TOT S'HA TRANSFORMAT

PENJO L'ESCRIT DE LA COLUMNA DE CUADERNOS DE PEDAGOGIA QUE M'HA INSPIRAT LA RELACIÓ QUE HEM CREAT

Todo se transforma

Miro la línea del horizonte que hemos trazado junt@s y dejándome llevar por el pellizco en el estómago y sus peticiones musicales Dréxler nos canta que ‘todo se transforma’. Pienso en el grupo de los Pescador@s de Estrellas que ahora amarramos en el puerto de nuestro primer verano juntos sintiendo la intensidad de nuestra pesca de altura. Desde ahí hacemos balance del mundo creado notando que lo mejor que nos queda son las ganas de seguir tirando del hilo.

Cuando planteé en la primera reunión, en esta aula de 3 años, que esa aventura era la de tod@s nunca pensé que sería tan rica esa vida compartida dónde, como señala Dréxler, cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma. Sólo había que estar dispuesta a dar.

Me planteaba desde el principio cómo pensarnos acompañándonos, cómo poner el foco en lo que ‘nos’ pasa juntas, cómo aprender a ser en compañía. Ahora valoro lo importante que ha sido aprender a pescar de la mano, al lado, acompasándonos, aventurándonos aunque no supiéramos a dónde nos llevaría. Hemos pescado con red, con caña, con salabre, con botas altas y también llenándonos de lodo. Hemos intentado que esa aventura integrara a las personas de manera global, con sus vivencias, sus ideas, sus miedos, sus deseos y sus ganas de ser y ahora que recalamos en distintos puertos el regusto es dulce e intenso. Resuena la voz de Rosa, madre de Sara, cuando nos cuenta que su hija ha cambiado mucho, que ha encontrado su sitio en el aula, que antes era muy tímida y no contaba nada pero, sobre todo, que ahora tiene una historia que contar, una historia que es la suya y a la vez es la nuestra, un relato que nos hace autoras de nuestra vida.

Resuena ahora Cristina, madre de Telma, que nos cuenta que nunca pensaba que llevar a su hija a la escuela le desvelaría tanto de quién es ella. Pili, madre de Iker, escribe en el blog que nunca pensó que podría vivir lo que ha vivido con su hijo en la escuela. Lo dice dando las gracias y su voz se teje con Cristina cuando expresan que participando de la vida en el aula han aprendido tanto de los niños como de ellas mismas, de escuchar lo que dicen y de intentar interpretarlos e interpretarse. Y todo y todas nos hemos transformado en este viaje de la mano. Hemos aprendido a contar historias que nos involucran, a mirarnos y a escucharnos hondo. Hemos pescado y repescado convencidas que a pescar se aprende pescando. Caminando hemos intentado que nos pasen cosas juntas, en la creación y reinvención de esta vida compartida donde, casi sin darnos cuenta, todo se ha transformado.