AVANCEM AMB LA PERFORMANCE DE POLLOCK EN LES NOSTRES VIDES D'APRENDRE
DISPOSATS A AVENTURAR-NOS I A CAMINAR DE NOU
A EXPLORAR DE NOU
DEIXANT-NOS TENYIR DE VIDA NOVA
I ENS TORNAREM A RETROBAR PER CONTINUAR ESTIRANT EL FIL DE LES NOSTRES HISTÒRIES, PARLAREM PER ESCOLTAR-NOS I CONTINUAR TEIXINT COLLARETS DE PARAULES
ESCOLTAR AMB LA ORELLA VERDA QUE NO MADURA MAI
QUE INTERPRETA, QUE ACULL
US DEIXO LA ÚLTIMA COLUMNA SOBRE LES NOSTRES AVENTURES EN AQUESTA TRAVESSIA
Para que tú las oigas
Después de la
intensidad de un curso pleno con el grupo de los Pescadores de Estrellas de 3
años, me pregunto ahora qué es lo que me lleva cada día a la escuela, cuál es
el temblor que hace conmoverme a diario. Yo quiero ir a construir historias, a
posibilitar relatos tejidos con los relatos de los otros. Pienso que ese deseo
de narrarnos juntos tiene una fuerza movilizadora. Ir cada día a escuchar
historias, a recoger voces que nos provoquen, que nos intriguen y que nos hagan
pensarnos. Ir a escuchar, interpretando sus palabras, adelgazando las mías para
que otros las oigan como dice Neruda. Llegamos a un espacio donde escucharnos
es importante, donde a partir de lo que allí resuene nos pasarán cosas juntos.
Desde ahí lo que nos contamos cobra otro significado. Posibilitamos un paisaje
donde tendemos relatos que nos impregnan y nos hacen navegar.
La abuela de
Sergi observaba una mañana cómo niños y niñas llegaban y sin espera empezaban a
contar emocionados lo que traían o lo que les había ocurrido y me dijo sorprendida:
Puedes estar contenta todos quieren contarte sus historias. Pienso en esa
escena, no me las cuentan a mí, me las depositan como disparadero de
resonancias, para que ejerza de gestora de los cabos que me tienden. Luego esas
historias vuelan y ya son otras.
Cuando
Esther se va a Buenos Aires de vacaciones comparte nuevos misterios por Skype.
Nos dice que ha visto la Luna del revés y que mientras allí es de día aquí es
de noche. Otro Sergi trae una foto de la Luna llena que vio el fin de semana y
nos dice que salió la Luna cuando se hizo de noche pero que la Luna ya estaba.
¿En qué quedamos, está siempre o no, del revés o del derecho, entera o a trozos?
Mirando una bola del mundo Joaquín cuenta: si la Tierra está girando el Sol ve
una vez unas casas y otra vez otras. Iker añade: si te sales de la tierra te
vas al agua. Con todos esos líos entre manos
quedamos para mirar las estrellas. Decidimos hacer una cena, donde los padres
del otro Sergi y Aïna trajeron los telescopios para instalarlos en el cerro del
pueblo. Sacamos la escuela a tomar el fresco y brindamos con la Luna en cuarto
creciente y Júpiter en el punto de mira.
El cuento
viaja a otro lugar cuando los vecinos de Sergi sacan las sillas a la calle al
anochecer y él al ver la luna llena propone: ¡Todo el mundo a pescar estrellas!
Su padre, de nuevo, saca el telescopio para montar otra velada donde un niño de
4 años hace de guía de la expedición. Lo que nos ha tocado emerge de nuevo
repensado meciendo nuevas rutas entre lo que hemos conocido juntos y lo que
queremos que nos pase. Las posibilidades son inmensas.